Rehabilitación en rúa Calexón Estreito, 12. Arquitectos: Gabriel Santos Zas, Cesáreo Padrón Conde

Por Cesáreo Padrón Conde, arquitecto.

                                                                                                 CALLEJONES, PLAZUELAS Y TRAVIESAS. ⁽¹⁾

Son de poca importancia todas estas callejuelas, que no merecen el tiempo de detenernos en ellas.

Los negocios que contienen suelen ser hornos, tabernas, y cuando mas se divisan unos fragmentos de tiendas, cuyo surtido no escede de veinticinco pesetas.

Por lo tanto, con los nombres que te dé de todas ellas puedes quedar enterado y te ahorras medias suelas, dolor agudo de callos y fracturas en las piernas. Conque atención y escucha que mi relato comienza. […]                                                            _________

Hay Calle de la Ballesta, Caracol, Embudo, Franco;

Hay la Travesía del Horno, Santa Marta y el Picacho.

Hay Travesía de Santiago y Callejon del Estrecho, Travesía de la Aurora, Bajada de Sombrereros. […]

(1) fragmento de la Guía del Forastero de Vigo. Escrita en verso por unos cuantos haraganes.

 

Con este texto cierra el escritor vigués, Teodosio Vesteiro, su peculiar inventario urbano de su ciudad natal, publicado en 2007 por la Concellería de Patrimonio Histórico del Concello de Vigo. En una de esas calzadas, poco reseñables urbanísticamente para él, el Callejón del Estrecho, tiene lugar una de las últimas actuaciones regeneradoras llevadas a cabo por el CCVV.

Se trata de una pequeña y empinada vía que discurre al noroeste del Castillo de San Sebastián, paralela a sus murallas y al actual edificio del Concello y que comunica la Plaza del Rey con la Rúa Santiago, salvando la acusada diferencia de nivel con ésta última mediante una escalinata.

 

Estado original de la edificación.

El estado en que se encontraba la edificación hacía imposible realizar una toma de datos fiable de cara a la realización del proyecto de ejecución, por lo que la actuación se escalonó en dos fases, con una primera de limpieza y derribo.

El inmueble se hallaba en estado importante de ruina. Varios de sus paramentos permanecían en pie, mientras que la cubrición se había caído prácticamente en su totalidad. Los materiales derruidos han generado un volumen de escombros en el recinto que ha cegado parcialmente el espacio interior y su accesibilidad.

Por otra parte la vegetación espontánea, especialmente trepadoras, cubrían tanto muros exteriores como interiores con lo que se imposibilitaba también la inspección ocular de los mismos.

Desde su patio de entrada donde había una voluminosa acacia negra se podía entrever la configuración de la edificación con una volumetría en forma de L y una sola altura sobre rasante.

Realizada la limpieza y derribo de los elementos ruinosos, se comprobó la existencia original de dos unidades residenciales, adosadas y separadas entre sí por un muro portante de sillería de piedra granito que discurría de este a oeste de la parcela.

Así mismo, se confirmó la presencia de un nivel semienterrado, por debajo del de acceso, y otros aún más inferiores, con condiciones de habitabilidad muy precarias, aprovechando la importante diferencia de cota entre esta edificación y las traseras colindantes de la Rúa Santiago.

 

Los condicionantes urbanísticos que le afectan a la edificación se recogen en sus fichas del Plan Especial de Protección y Reforma Interior, PEPRI, del Casco Vello de Vigo.

Los “hallazgos” encontrados tras el proceso de limpieza y desescombro han obligado a corregir los datos recogidos en su Ficha urbanística en cuanto a número de viviendas que componían la edificación, las plantas y la superficie de las mismas.

Se mantienen las prescripciones recogidas en el planeamiento, de la alineación con geometría en L y patio interior de acceso, la geometría de la cubierta y la ejecución de una fachada en el alzado sur hacia la Rúa Nova 03 que recoge el PXOM municipal.

 

Proyecto.

Si se analizan las edificaciones que componen la manzana a la que pertenece la parcela, se podrá observar que estamos ante un modelo que no sigue la generalidad, compuesta por edificaciones entre medianeras con sus cubiertas a dos vertientes, cumbrera paralela a calle. El patio de acceso constituye un incentivo que además de servir de acceso se comporta como filtro que defiende la privacidad de las viviendas, papel encomendado a una celosía que sigue la alineación de fachada.

Por otra parte, el muro medianero y el nivel inferior al de acceso encontrados tras la limpieza, han sido los ejes organizativos del proyecto.

La existencia de dos unidades residenciales facilitó la labor de distribución espacial de la edificación al mantenerse como premisa el elemento separador de las mismas dando lugar a una vivienda con mayor superficie, la B.

El acceso desde la Rúa Calexón Estreito, de manera racional, se realiza hacia la planta más alta en las que se sitúan las estancias de estar, comedor, cocina y un pequeño aseo en la vivienda mayor, desarrollando el resto del programa residencial en la planta inferior con dormitorios, lavadero y baño.

El muro medianero de sillares de piedra supone un elemento importante interior, que se resalta manteniendo su aspecto original y adosando a lo largo de él el desarrollo de las escaleras interiores de ambas viviendas, tratadas como elementos lo más diáfanos posibles mediante la construcción del peldañeado con chapa de acero perforado.

Espacialmente, en la planta de acceso se prescinde de ningún doble techo con lo que queda la geometría y volumetría de la cubierta a la vista. La madera cobra en este espacio un importante papel compositivo, con el cuidado en el ritmo de disposición de las correas.

En torno al patio de acceso, como no podría ser de otra forma, se vuelcan todas las estancias de la vivienda A y algunas de las de la vivienda B, favorecida ésta última por la existencia de su fachada sur y de un patio mancomunado de la edificación nº 11 a 17 de la Rúa Santiago.

Una premisa importante del proyecto era establecer una relación espacial continua entre las plantas bajas y la alta de acceso, en cada una de las viviendas. Esto se materializó mediante la diafanidad de la citada escalera, la supresión de elementos divisorios superfluos y la existencia de un hueco en la vivienda B que ilumina el vestíbulo sanitario entre baño y lavadero en su planta inferior.

 

 

Estado final de la actuación.