Rego y Tovar. Nueva savia para el CCVV
Algo huele a nuevo en la rúa San Sebastián. Y no sólo porque cuando atraviesas la puerta del estudio de Arquitectura Rego y Tovar, que acaba de iniciar su andadura en el número 26 de esta calle, percibes esa sensación de mobiliario recién desembalado, de pintura aún casi fresca o de utensilios que buscan su lugar definitivo en mesas o estantes, pruebas evidentes de una actividad en sus primeros pasos.
Más allá de estos indicios el espacio creado por Ana López de Rego y Antonio Oliver Tovar-Espada rezuma su interés por conceptos novedosos –o que se habían visto relegados durante mucho tiempo y vuelven ahora con fuerzas renovadas – como sostenibilidad, integración en la arquitectura de elementos naturales o bioconstrucción; y como máxima expresión de esta filosofía de trabajo está su firme apuesta por la recuperación de la madera como elemento clave en el diseño arquitectónico. Posiblemente su estancia profesional en Canadá haya influido en esta opción, pero lo cierto es que en esta ocasión los árboles si dejan ver el bosque y la madera –sin ser la protagonista absoluta, está muy presente en la redistribución que del local ha realizado Ana , la más orientada hacia el diseño del equipo, en tanto que Antonio se vuelca especialmente en la parte constructiva.
En cualquier caso, lejos de parecer una especie exótica, el resultado se integra perfectamente en esta zona del Casco Vello Alto, donde se ha apostado claramente no por la mera reconstrucción, sino por la reinterpretación de un barrio y donde se espera que iniciativas como la Rego y Tovar puedan echar unas profundas y duraderas raíces.