«Visite Galicia», en el origen de la publicidad turística
Obra de Luis Casado, esta serie pretendía descubrir los atractivos para visitar Vigo y otras zonas de Galicia
Vista con los ojos de hoy, saturados de imágenes hiperelaboradas e hiperetocadas, estas “viñetas” apenas pasan de la categoría de borrón. Pero si dedicamos un poco de tiempo a ponerlas en su contexto reconoceremos de inmediato que nos encontramos ante una de las primeras manifestaciones de un trabajo publicitario con el objetivo de fomentar el turismo en Galicia. Lejos de sutilezas y alambicadas búsquedas de “sentimientos” su mensaje no puede ser más directo: un simple “Visite Galicia”, que intenta poner a esta región en el mapa de un fenómeno, el de turismo de masas, que en la época de su impresión, los años treinta del siglo XX, comienza a dar sus primeros pasos, truncados poco después por los conflictos militares que se producirán en todo el mundo.
Este primer átomo de la reacción en cadena publicitaria que vendría después es fruto de uno de los fotógrafos más reconocidos que ha tenido Galicia: Luis Casado Fernández, más conocido por su firma profesional “Ksado”. En 1929, y con el apoyo del periódico El Pueblo Gallego y la compañía del periodista vigués José Seijo, Ksado realiza un periplo por toda Galicia del que retorna con más de un millar de fotografías (no olvidemos la complejidad y el coste de la fotografía en esos momentos) que servirán de base a tres de los trabajos de esta disciplina con mayor repercusión en la historia de Galicia: las series de cromos Estampas de Galicia y Estampas Compostelanas, y la que hoy nos ocupa, la serie de viñetas “Visite Galicia”.
Se trata de un conjunto de más de trescientas imágenes viradas en marrón y sepia, y rodeadas por una orla a modo de marco, que recogen distintos lugares, paisajes y tipos tradicionales de toda Galicia. La impresión se realizó en los talleres de la Imprenta Arte, de Bilbao, en pliegos de sesenta fotografías. De pequeño formato, eran casi como una colección de cromos de los que todos hemos coleccionado en alguna ocasión durante nuestra niñez. Se pusieron en circulación a mediados de los años treinta y tuvieron una aceptación inmediata, hasta el punto de que se utilizaron en muchas ocasiones como cierre de cartas para difundir la imagen de Galicia por el resto de España; el estallido de la guerra civil truncó el desarrollo de esta iniciativa. Estas dos circunstancias han hecho que sean muy pocas las colecciones que se conserven y muchas menos las que están completas. La mejor forma de conocerla es visitar la excelente página que el CSIC le dedica a través de la Biblioteca Tomás Navarro Tomás.
Nueve son las viñetas dedicadas a Vigo en la colección: varias se dedican a paisajes de los alrededores, una de las denominadas de tipos populares y una del Cristo de la Victoria, en tanto que sólo dos se ocupan de escenas urbanas: una vista del teatro García Barbón y una imagen tomada desde una embarcación de la zona del Berbés, que ya entonces constituía el “icono” turístico de nuestra ciudad y que es la que sirve de base a este artículo.
Ksado, nacido en Avila en 1888, se instaló en Galicia muy joven, inicialmente en Ourense. Posteriormente se trasladó a Santiago de Compostela y durante unos años tuvo también abierto un estudio en la calle del Príncipe, en Vigo, del que se ocupó personalmente en tanto que la casa matriz en Compostela quedaba bajo la tutela de su hermana Carmen. Vinculado personal e ideológicamente con las corrientes galleguistas de preguerra esta influencia se puede rastrear fácilmente en toda su obra, así como su visión un tanto “primitivista” del arte, a tono con las corrientes culturales de la época. Sus trabajos se han convertido en parte de la iconografía de Galicia, especialmente de Santiago de Compostela, ciudad en la que falleció en 1972. A lo largo de su vida colaboró con numerosos fotógrafos, empresas e instituciones, por lo que es uno de los fotógrafos con mayor reconocimiento social e institucional en Galicia, hasta el punto de que de su obra se organizaron exposiciones en varias ciudades gallegas y del resto de España, en una época en la que fotografía no era reconocida como un arte y por tanto no era frecuente este tipo de actividades de difusión.El ayuntamiento de Vigo adquirió en 2011 mas de mil fotografía de su archivo para formar parte de la dotación del Centro Galego de Fotografía. Asimismo, su trabajo está incluido en el patrimonio del Patronato Nacional de Turismo que, desde su creación en 1928, constituye un magnífico fondo de documentación de la riqueza monumental y etnográfica de España.