El Casco Vello acoge una exposición sobre el arte de la cestería
De la mano del artesano Rubén Berto Covelo, y aunque en modo exposición, el viejo trajín del mimbre, de la hoja del maizal, de la caña para construir objetos de uso cotidiano ha vuelto hoy al Casco Vello. Nasas, cestas, soportes para recipientes calientes, abanicos, patelas… todos ellos realizados exclusivamente con alguna de estas fibras naturales y muchas horas de paciencia y buenhacer ocuparon hoy el aula del Centro Cívico Casco Vello para recordarnos aquellos tiempos, aún no tan lejanos, en la que la labor de los artesanos cesteros era una tarea imprescindible como apoyo a numerosas actividades laborales –la pesca, por ejemplo- y domésticas.
Pérdida de establecimientos
Rubén Berto, un apasionado de este viejo arte, que lleva años a pesar de su juventud, recopilando documentación sobre distintos tipos de piezas, diseños y modos de trabajar la cestería, ha llevado hasta el corazón del Casco Vello distintos ejemplos de estas piezas y de los materiales e instrumentos con los que se trabaja. Con esta iniciativa se pretende dar a conocer una actividad que tuvo un enorme auge en nuestra ciudad hasta que la llegada del plástico y las técnicas más modernas acabaron con un arte que fue un auténtico símbolo del Casco Vello de Vigo, hasta el punto de que esta actividad llegó a dar nombre a una de sus calles y se convirtió en un referente turístico de la ciudad. Desafortunadamente los ventidós establecimientos que llegaron a funcionar en su día en la Calle de los Cesteiros, han visto mermar su número año tras año hasta convertirse en una actividad minoritaria en un entorno dominado ahora por la hostelería. Pero hoy el mundo empieza a reconocer el valor de usos y materiales que no contaminan ni comprometen el futuro de las próximas generaciones, y tal vez en estos valores se esconda el renacer de una actividad que ha acompañado desde milenios a nuestra especie.