O presidente do Consorcio Casco Vello de Vigo (CCVV), Ignacio López-Chaves, informou que foi un dos asuntos aprobados no Comité Executivo e no Consello de Administración celebrados hoxe polo organismo.
Olga Herrero visitó la India en 1984 y algo vio allá que la cambió cuando volvió acá, algo que le hizo tomar al menos dos decisiones sobre su vida.
Todas as vivendas rehabilitadas polo Consorcio Casco Vello de Vigo teñen a denominación de Vivendas de Protección Autonómica (VPA) e, polo tanto, o proceso para a súa adxudicación é público e faise a través dun SORTEO levado a cabo polo Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS).
Pregúntale a Milagros dónde nacieron ella y Juan, su marido, y te contestará sin respirar: “en As Chavolas ¿dónde vamos a nacer?”. As Chavolas es un lugar en el límite de Cenlle y Ribadavia, pasado Ventosela, cuyo nombre viene de unas cuevas que quedaron tras el Diluvio Universal. Bueno, eso dice ella.
Vigo é unha cidade con moito encanto e ten moito que ofrecer. Proba diso son a multitude de artigos que xa escribimos sobre a cidade e que versan desde a súa historia, viva a día de hoxe, a todo o turismo que podemos vivir nela.
No hay duda de que una de las imágenes más aquilatadas en la memoria de los vecinos del barrio viejo en los últimos 60 años, aparte de la concatedral, es la de Antonio Suárez Dávila sentado, haciendo cestos.
O 14 de xullo sorteáronse ante notario 8 vivendas de protección autonómica (VPA) rehabilitadas polo organismo nas rúas Ferrería 3-5-7 e San Sebastián 24-26.
¿Qué se esconde tras las paredes de cada casa? Vimos cómo vaciaban para su rehabilitación ese inmenso edificio pétreo del número 4 de la Plaza de la Constitución, en donde anidó tanta vida.
Algunha vez vos plantexastes percorrer Vigo durante 24 horas? Exprimir a cidade ao máximo durante todo un día?
Dous amplos sorrisos recíbennos a nosa achega ao número 25 da emblemática rúa Real, os de Paz Orois e Maca Cuíñas, as dependentas do despacho de pan Trastrigo.
En la calle Oliva, 10, junto a los recios muros de la iglesia Colegiata, está el restaurante Cre-Cotté pero en sus pisos superiores ahora rehabilitados hubo veraneantes que vincularon a Vigo con el famoso Crimen de Fuencarral.
Tiene más de cien años y al menos hasta hace poco andaba enhiesto por las calles del barrio viejo. Paco Pérez, cuya casa mira a la Plaza da Constitución.
¡Ah, castillo de San Sebastián, qué (poco) fuiste, qué quedó de ti y qué eres ahora! Paseo por lo que queda del Castillo de San Sebastián con José Alemany, que vive en una de sus faldas, y me pregunta para qué sirvió esta fortificación salvo, siglos más tarde, como punto de encuentro de yonkis y demás gente marginal.
Pocas calles tan “mariñeiras” como la “Anguía”, que busca a la Real desde Pescadores. Si ves desde arriba el trazado de esta calle te das cuenta de que la vieja ciudad de Vigo es muy gustosa por las esquinas.
¿Quién podía suponer hace solo un puñado de años que la rehabilitación de la Subida ao Castelo, y su extensión hacia la calle Hortas iba a descubrir calles tan pintorescas?
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