De Lupanar a Pinacoteca

Gabriel García Márquez escribió “Memorias de mis putas tristes”, Yasunari Kawabata “La casa de las bellas dormidas”, Fernández de Moratín “El arte de las putas”… mucho se ha escrito sobre este duro oficio de tapadas aunque está por escribir una crónica sobre la ocupación cultural de las casas de lenocinio, holganza y malvivir, que es lo que la rehabilitación ha conseguido en el barrio viejo vigués desplazando o licenciando a sus respetables señoras prostitutas.
La puerta de la calle Abeleira Menéndez que, allá por el siglo XVII, daba acceso al Pazo Arias Taboada, casa del gobernador vigués que aprestó las defensas de la ciudad contra los lusos, permite entrar hoy a la Pinacoteca Fernández del Riego de Vigo, que se alza en su lugar. Y es que tres siglos después, allá por la mitad del siglo XX, la noble casa aparecía degradada y deshabitada y los edificios colindantes , hoy ocupados también por el centro de arte gallego, eran bares y casas dedicadas a la vida lupanaria, errática o meretricia, una especie de Cortes Prostituyentes. Yo recuerdo al menos al Cholica y no sé si al Barcelona de noche. O sea que donde hoy se admira el arte se hicieron antaño muchas transacciones  concupiscentes.

Casco Vello VigoTexto: Fernando Franco

Fotografía: Javier Teniente

O novo Casco Vello de Vigo

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