En la terapia Gestalt hay una técnica psicológica que se llama “de la silla vacía” pero esta es más bien una banqueta prostibularia que se ve hace años en Abeleira Menéndez y que pudiera ser un símbolo de un tiempo que se va irremisiblemente: el de la prostitución en el barrio de la Herrería. Por ella pasaron cuarentonas gruesas o jovencitas escuálidas llegadas al oficio por la orfandad de la vida, doloridas, quizás asqueadas de una existencia sin salida. Un día, a lo mejor, habrá que honrar la memoria de estas mujeres deshonradas por una vida lupanaria, errática, meretricia, al fin y al cabo explotadas, que se fueron sentando durante décadas, a la espera, en banquetas como esta.
Texto: Fernando Franco
Fotografía: Javier Teniente