Praza de Almeida, ¿gran honor para un papel menor?

Afirma un dicho que “ningún hombre resulta grande para su ayuda de cámara”; algo similar podría decirse de muchos de los nombres que lucen en calles, avenidas y plazas de todo el mundo dedicadas a personajes que, a poco que se escarbe en sus biografías, despiertan, como mínimo, la incredulidad sobre los motivos por los que en su día se les decidió honrar. Posiblemente tan sólo una suma de desconocimiento, falta de interés y la comodidad de lo rutinario sea lo que mantenga en su sitio los tornillos de muchas de estas placas, dignas de mejores causas.

Casa Arines, sede del Instituto Camoes en Vigo.

Vigo, y en concreto el Casco Vello, no es ajeno a este fenómeno como lo demuestra el hecho de que una de las plazas más significativas de su callejero, sino por su tamaño al menos por su carga histórica,  esté dedicada a un personaje como el Teniente Almeida, un actor muy secundario en la Reconquista de nuestra ciudad, muy cuestionado en su propio país por su marcada indisciplina y afán de protagonismo (en sus informes se atribuye la negociación de la capitulación francesa en la que ni siquiera aparece su nombre) y que, como otros, buscó sobre todo rentabilizar su mera presencia en Vigo durante las jornadas de la Reconquista para lograr honores y mejorar su situación profesional o económica (Almeida tuvo que dar muchas explicaciones sobre un supuesto cargo de general que al perecer se quiso atribuir durante su presencia en nuestra ciudad). 

El caso es que con estos cuestionables méritos Juan Almeida de Sousa y Saa, su nombre completo, es recordado a diario por los vigueses que cruzan la plaza más antigua de la ciudad, aquella que originariamente era conocida como la Praza Vella, y posteriormente como Praza de la Cebola, por realizarse en ella una vez a la semana un mercado de este producto. Tal vez, en una especie de justicia póetica, la mejor forma de reivindicar el apoyo del país vecino a la causa de la expulsión de los franceses sea la presencia en esta misma plaza del Instituto Camoes, que lleva a diario una intensa labor de difusión de la cultura portuguesa en nuestra ciudad.

O novo Casco Vello de Vigo

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